"Si existieran 10 Belasteguin, a los de más de 30
nos resultaría difícil estar arriba "

Inagotable, ícono del mejor padel de la década del 90, con el pleno furor Argentino y su proyección internacional, Hernán Auguste aún se mantiene en la dura batalla que presenta el Circuito Profesional Español como exponente del más alto nivel. Y a pesar de que Belasteguin-Díaz sacan ventaja, junto a Cristian Gutierrez se ha dado el gusto durante 2004 de dar sustos a la pareja uno y desplazar del lugar número 2 nada menos que a Reca - Nerone. En este reportaje, un recorrido por su vasta carrera y un análisis crítico del padel actual, y del futuro.

¿Cómo fue tu carrera como tenista?
H.A.: Yo jugué al tenis toda mi vida, desde los quince años me lo empecé a tomar muy en serio, a los diecisiete ya jugué internacionalmente en juniors, jugué Roland Garros, Wimbledon, el US Open, después de ahí me fui a vivir a Estados Unidos, fui a la Academia Bolletieri, y ahí viajábamos con un equipo de la academia. En el ´89 ya tenía unos cuantos puntos ATP que había logrado en dos satélites y un challenger que había jugado en Europa. Era duro, el tenis es un deporte muy competitivo, tenés que estar siempre diez puntos, no podés tomarte ninguna pausa, sobre todo a esa edad que están todos con un hambre terrible. Me fui a jugar un satélite a Polonia, me estaba yendo bien, tenía que jugar semifinal y en un movimiento un poco extraño me rompí los meniscos. En esa época era un país comunista, todo un desastre, me fui a Estados Unidos, me hicieron una operación que no me fue muy bien y estuve casi un año sin jugar, y cuando volví a jugar en el ´90 no agarré el ritmo que yo quería, ya me había acostumbrado otra vez a vivir en Argentina, y eso no era bueno porque hacés una vida que no era la que supuestamente tenía que hacer. En el ´90 vino Seles a jugar una exhibición con Sabatini en el Luna Park, y como yo la conocía de la academia le hice de traductor y peloteador, y esa fue la última vez que agarré la raqueta, no la volví a agarrar nunca más.

¿Ahí llega el paso al pádel?
H.A.: Ahí me puse a estudiar, y en enero del ´91, en Punta del Este, Roby Gáttiker me invitó a jugar con Luis Andreotti y Luli Mancini al pádel, hice una pretemporada en el San Jorge, enganché un compañero que se llamaba "Látigo" Abuschid, que jugaba muy bien para esa época, era un tipo que estaba entre los quince y yo no tenía ránking. Me acuerdo que a los seis meses ya estábamos de pareja cinco, y a fin de año yo ya estaba séptimo en el ránking. Ahí ya me había enganchado con el pádel, dejé la carrera. A fin del ´91 jugué un par de torneos con Maru Lasaigues, jugamos el Master APA en Parque Sarmiento y lo ganamos y ese año me dieron el premio revelación. En el ´92 viajamos por todos lados a jugar exhibiciones con Alejandro, el hermano de Maru, y Roby Gáttiker, que en ese momento eran número uno, y a fin de año estábamos como pareja dos, desplazando a Maquirriain - Rovaletti, que estuvieron dos todo el año. Entre el ´93 y el ´96 quedamos de dos, porque teníamos a Alejandro y a Roby siempre adelante nuestro, en el ´94 hicimos final del mundial, que perdimos un partido increíble, estando 4/1 arriba en el tercero. Y en el ´96 estuvimos muy cerca de pasarlos, pero no. Dejé de jugar con Maru a fines del ´96, que ganamos el Masters y nos separamos. En ese momento viajábamos mucho. Todos viajaban, pero los que más viajábamos éramos Ale y Roby y Maru y yo, íbamos mucho a España, a Brasil, fuimos muchas veces a jugar la Copa Corcuera a México...

¿Y cuáles eran las otras parejas que estaban arriba en ese momento?
H.A.: Hubo varias parejas buenas, Reca - Rovaletti, después estuvo Siro (Javier)- Novillo, que en esa época también andaban muy bien, Maquirriaín - Rovaletti, Sanz - Cubas, Sanz con Látigo cuando Cubas se lesionó, Echegaray - Fumiere... había muchas parejas. En esa época, cuando yo empecé a jugar, había cantidades de jugadores buenos, mucho más de lo que hay ahora, tres o cuatro veces más. Igualmente ahora hay jugadores de alto nivel, pero en ese momento eran más, ya en octavos tenías partidos muy difíciles. En esa época los torneos APP no coincidían nunca con los torneos internacionales, nadie iba a hacer un torneo APP sin que estén las cuatro primeras parejas, porque nadie se arriesgaba, la gente iba a ver a esas parejas, por eso no había problemas de ránking ni nada, el ránking argentino era el reflejo del verdadero nivel.

¿Cómo tomaban ustedes el hecho de estar siempre tan cerca del uno, pero no alcanzarlo?
H.A.: Lo que veíamos es que como pareja teníamos resultados positivos, contratos muy buenos, y teníamos adelante una pareja que marcó una época muy fuerte en el pádel, y que eran muy complicados. Igualmente siempre estábamos ahí, habré jugado ciento cincuenta finales contra ellos y les habremos ganado veinte, también nosotros les ganábamos a Díaz - Sanz y Díaz - Sanz les ganaban a Ale y Roby más partidos que nosotros. Otro dato es que en esa época, en el año ´92 ó ´93, hicieron una cancha con piso de césped artificial, y más allá que Roby Gáttiker y Ale ganaban en todas las superficies, con eso sacaron más diferencia, y a mí me mataron, yo perdí el mejor golpe que tenía, hubo muchos jugadores que deformaron su juego por jugar en esa superficie, había jugadores que usaban mucho slice para que la pelota patine.

¿Y no es similar a la superficie que se usa ahora en España?
H.A.: No, el césped de España, con la arena, es mucho más rápido, va más rápido la bola, además ahora se juega con otras paletas, estamos hablando de una época en que las paletas eran distintas, ahora es otra cosa, es otra tecnología, la paleta de hoy es un avión comparada con las que usábamos en el año ´92 o en el año ´93. En esa época había que pegarle en serio, había mucho tema de técnica, cuando se jugaba en cancha dura, el que no tenía buena técnica no era buen jugador de pádel, hoy, con las paletas estas, cualquiera puede volear.

¿Y smashear?
H.A.: También, antes no cualquiera podía volear o smashear, ahora, con estas paletas, cualquiera puede hacerlo. Antes, para definir un punto de volea, con la paleta de madera tenías que volear muy bien, ahora con la de goma es otra cosa. Igual eso es una evolución típica del deporte.

¿Por qué se separan con Maru?
En el ´96, con Maru se cumplió un ciclo, después de mucho tiempo jugando juntos fue un momento de cambio, justo ahí cambian Ale y Roby y Alejandro me llama para jugar.

¿Y por eso se separaron ustedes?
H.A.: No, yo ya había decidido abrirme. Me acuerdo que se hizo el Master final en Unicenter, que televisó la final América Sports en directo y patrocinó Bank Boston, de ahí yo me fui a jugar un torneo en México, el Valle de Bravo, con Gaby Reca, que le ganamos la final a Ale y Roby, y cuando vuelvo Ale me llama. No me lo imaginaba, pensaba que iba a jugar con Rovaletti, y me llama y me dice que quiere jugar conmigo. En enero del ´97 empezamos a jugar juntos, jugamos el Beach Pádel y ganamos el circuito entero, y al final ese año ganamos todo, ganamos el circuito Red Bull. bueno, en realidad perdimos ese año la final de los Internacionales de España contra Díaz-Piñón 7/6 en el tercero, con cuatro mil personas en la final, aparte de eso, ganamos todo. Jugué ´97, ´98 y mitad del ´99 con Alejandro, el único momento frustrante fue en el ´98, que nos hicieron jugar ese partido en el mundial a las once de la noche, que fue ridículo, no sé para qué lo jugamos. A mitad del ´99 estábamos jugando los Internacionales de Madrid, que perdimos la final, esta vez contra Cristian Gutiérrez y Piñón, y le digo a Ale que había decidido hacer un cambio en mi vida y que me iba a ir a vivir a España en el dos mil. Entonces Alejandro me dice ".bueno, pero entonces yo no estoy tan motivado para seguir jugando juntos.", y ahí el vuelve a jugar con Roby. Yo ya había cerrado para jugar en el dos mil con Juan Martín Díaz, y lo que me quedaba del ´99 le dije a Maru si no quería jugar conmigo, que él se había ido a jugar a Brasil y no tenía ránking ni nada, entonces nos fuimos a jugar en agosto a la gira de verano, y ganamos la gira, salvo un torneo que tuve que abandonar en semis, después todos los torneos que jugamos los ganamos, fue un éxito total, después jugamos unos torneos en Argentina, un par de torneos más en el año, la Copa Alegría, los Internacionales de Cataluña. En diciembre empiezo la pretemporada y ahí el Gallego Díaz se opera de la rodilla, entonces vuelvo a jugar con Mariano en el dos mil en el beach pádel y también lo ganamos todo, y empecé a jugar con Juan Martín en mayo o abril. Y bueno, ese año ganamos el mundial y la mayoría de los torneos internacionales, llegando a las finales con Reca-Nerone.

Me imagino que el mundial habrá sido la gran deuda pendiente en ese momento.
H.A.: Sí, y para ese mundial me había preparado como nunca, encima fui elegido el mejor jugador... digamos que fue el momento de decir "bueno, logré el objetivo que quería en este deporte". Después de haber jugado tantos torneos y tantas finales, un torneo que quería ganar era el mundial. En el 2001 tuve un año bueno por momentos. Tuvimos un buen final, que ganamos la Copa Julio Alegría, los Internacionales de Cataluña, a mitad de año tuve un pequeño bajón anímico y perdimos algunos torneos en el verano, ahí es cuando destapa Belasteguín y Juan Martín, un chico joven, lógicamente decide jugar con otro chico joven, Belasteguín, cosa que, creo yo, los va a hacer liderar el pádel por años, porque no hay gente nueva que aparezca como en la década pasada, que continuamente aparecían jugadores. Fijate, en esa época aparecían jugadores como Siro, Maru Lasaigues, Jaime Serrano, Guillermo Varela, Federico González, Pozzoni, era continuo, año tras año aparecían jugadores de esa calidad, hoy no van a aparecer jugadores de ese nivel. Y no van a aparecer porque en Argentina hace ya varios años que decayó mucho, y no hay jugadores nuevos que salgan a jugar profesionalmente porque no da económicamente, y en España tampoco, porque allá, por más que dé, no hay gente que se ponga a jugar seriamente. En los últimos tiempos apareció Belasteguín, pero no hay más, y no va a haber por bastante tiempo, Belasteguín - Díaz y Reca - Nerone van a dominar el circuito por bastante tiempo. Hay jugadores buenos que están hoy en los primeros puestos, como Semprún con 39 años, Roby con 37, Lahoz o yo con 33, que no tendríamos que estar más si hubiese diez Belasteguín, lo que pasa es que no hay, ni siquiera cerca.

¿Y por qué te parece que ocurre esto, considerando que ahora en España el padel está muy desarrollado?
H.A.: Pero lo que se movía en Argentina era cien veces más de lo que se mueve hoy en España.

¿Te referís a la cantidad de jugadores, más allá de la plata?
H.A.: Es que la cantidad de jugadores siempre va atada a un nivel profesional, si la pirámide es muy baja, no se acercan jugadores nuevos.

¿En este momento no hay en España la cantidad de jugadores que había en Argentina en ese momento?
H.A.: No, ni cerca, pero además, muchos menos que vos veas que se vayan acercando. En el ´92 vos ibas al San Jorge y siempre aparecía algún jugador nuevo, era un deporte en el que eran varios los que andaban bien económicamente, no solamente los tres o cuatro primeros, el que estaba en el puesto quince también tenía algún contrato, o su paleta, y eso hoy no pasa. Tendrían que aparecer más países, para que haya más difusión del deporte y eso va a traer más sponsors y más jugadores, y va a hacer que haya más dinero, lo que pasa es que estamos hablando de un deporte que es relativamente nuevo. Pero en el ´92/´94 había muchos países jugando, se jugaba más en Uuguay, en Brasil, había federaciones como la inglesa. Lo que pasa es que para que un deporte despegue en un país se necesita un empuje muy grande, puede ser como pasó en Argentina, que hizo que países limítrofes lo vayan tomando, o si no tiene que haber un líder social muy fuerte, un personaje, que lo juegue. Todos los deportes necesitan de una elite, y si hacemos que, por ejemplo en Estados Unidos, Bush empiece a jugar al pádel, va a generar que la gente empiece a jugar al pádel. Caso específico, Italia, puede haber un presidente en la federación que quiere que el pádel crezca, pero si no hay un boom a nivel social ¿quién lo va a seguir? Si voy a Alemania y pongo un club de pádel ¿quién me conoce?, otra cosa es que vaya Boris Becker a desarrollar el pádel, eso genera otra cosa. Lo que pasa es que para lograr eso, o necesitás mucho dinero, o alguien socialmente muy fuerte. Te doy otro ejemplo, Plácido Domingo lo quiso hacer entrar en Estados Unidos, pero no tenía tiempo para ocuparse, ni la necesidad económica de hacerlo, ya que tiene su negocio aparte. Yo hice con él la presentación del pádel en Estados Unidos en las Vegas, junto a Maru, Roby y Ale, quedó ahí y después no progresó. Se hizo algo en Houston también, pero no se dio el empuje que se necesitaba. A la Argentina lo trajo una familia muy conocida, lo puso en el Ocean de Mar del Plata, un club de mucho renombre. Lo importante es que después en la fotito salía "fulanito está jugando al pádel en el Ocean.", eso hacía que la gente se acercara progresivamente.

Y ahora, el mundial se juega en la Argentina.
H.A.: Sí, pensándolo a nivel desarrollo deportivo, no digamos que está mal, pero para que se siga desarrollando a nivel internacional, Argentina no es el sitio idóneo. Debería ser en Europa, y el lugar ideal sería España, para atraer a empresas de nivel internacional. Por ejemplo, a Marbella van muchos ingleses, franceses, irlandeses, suecos, y van todos a jugar al pádel en verano. Y habría que generar que se sumen empresas internacionales como Decathlon, que ya está muy metida en el pádel y vende muchas paletas, y ellos se encargarían que gente de otros países vengan a verlo. Hoy la Federación Internacional debería buscar que el pádel crezca en más países.

¿Entonces no debería jugarse en países de menor desarrollo para impulsarlo? Se había hablado de Italia.
H.A.: Sí, pero tiene que haber una base mínima para poder contener un mundial, en Italia el pádel no existe, no lo juega nadie, todavía no consiguieron hacer un torneo internacional importante, al que vayan jugadores fuertes, como se hacen en España o como se ha hecho en Argentina, en Brasil, en México, en Francia, en Uruguay... Creo que el lugar ideal tiene que servir para intentar generar una explosión en otros países, y me parece que desde España se puede generar esa explosión en países vecinos, cosa que no creo que se pueda hacer desde Argentina por la situación económica en la que se encuentra. De hecho, en el ´98 en Argentina no se logró que el pádel vuelva a pegar como en su momento había pegado en Paraguay, en Uruguay, en Brasil o en Chile. Hoy en día en España un mundial pegaría mucho más, en otros países europeos lo cubrirían cadenas como Eurosport por ejemplo, tendría otras empresas. En Europa no es tan fácil como acá armar un club de pádel, en Argentina o Uruguay podías decir "tengo unos pesos, consigo un terreno y me hago tres canchas de pádel", allá tenés que tener inversores fuertes, los terrenos son mucho más caros.

¿Eso es lo que se necesitaría hoy para el pádel?
H.A.: En realidad, lo primero es tener una FIP que tenga una estructura, que tenga una meta y un proyecto concreto para decir "bueno, vamos a ver de qué manera podemos hacer esto", lo que pasa es que no es fácil, la gente cree que las cosas no se hacen porque los que están en el tema no están capacitados, y no es así, no es fácil insertar un deporte nuevo en el ámbito internacional. Ojalá al Sultán de Brunei le gustara jugar al pádel, entonces nos iríamos todos a jugar al principado, pero si no es así ¿quién lo hace? ¿lo voy a hacer yo? ¿lo vas a hacer vos? Capaz que sí, que hay un loco que se va a vivir tres años a China, hace contactos y empieza a desarrollar el pádel entre millones de chinos, pero ¿quién?

El hecho de que Aznar haya dejado de ser presidente ¿puede hacer que el pádel decaiga en España?
H.A.: No, ya es un deporte muy firme, de hecho en el último año de Aznar como presidente ya casi ni aparecía jugando al pádel, y antes aparecía todos los días. Hoy el pádel ya está instalado en España, tiene una base sólida, está dejando de ser un deporte solamente para ricos como era antes.

¿Y si en Argentina, después del furor cayó tanto, porqué no va a pasar lo mismo en España?
H.A.: Es que son dos países totalmente distintos, España está en el centro del mercado europeo, que tiene mucho dinero, Argentina es otra cosa, y lo ves en otros deportes, sacando el fútbol, la gran mayoría de los deportistas que quieren ser profesionales se tienen que ir afuera. También, como te comenté, cualquiera que haga una inversión en España tiene que ser alguien muy profesional, porque es mucha plata la que pone. En su momento acá había cinco clubes por cuadra, allá eso es directamente imposible. Bueno, también me parece que si el pádel no crece en España es por eso, estás hablando de miles y miles para hacer un club.

Vos te fuiste en el dos mil ¿por qué tomaste la decisión de viajar?
H.A.: Acá creo que era, junto con Ale, el único jugador que tenía sponsors que me seguían ayudando, no había más. Yo quería seguir mi carrera profesional, quería seguir viviendo del pádel, y me daba cuenta que en Argentina no lo podía hacer, necesitaba un cambio. Y también necesitaba el cambio de ir a un lugar y sentirme importante, y que todo mi esfuerzo se viese reflejado en un rédito económico, y veía que en Argentina eso no iba más, ya hacía varios años que veníamos luchándolo, yo venía manteniendo cinco o seis sponsors de una manera increíble.

¿De donde sacaste el incentivo para superar esos tres o cuatro años antes del dos mil?
H.A.: A nivel internacional había varios torneos, en España había cuatro o cinco, en México y Brasil había un par, además, como te dije, en Argentina algunos contratos tenía, a fines del ´99 todavía podía vivir del pádel., lo que veía era que era un esfuerzo cada vez mayor poder seguir haciéndolo, los sponsors en su mayoría eran por relación personal, y no por un beneficio publicitario, y veía que en España el pádel tenía un crecimiento cada vez más fuerte. En ese momento me hicieron un ofrecimiento como para poder quedarme, además yo quería tener un cambio en mi vida, para ver que lo que yo estaba haciendo se reflejaba tanto en lo económico como en lo personal, entonces decidí jugar con Juan Martín. Igual, mientras estuve jugando acá, seguía jugando todo a muerte e intentando ser el número uno.

¿En el momento que llegaste a España ya estabas ganando más que cuando te fuiste de acá, o tuvo que pasar un tiempo?
H.A.: En cuanto llegué ya estaba bastante mejor, me fui con Juan Martín Díaz, que tenía una sponsor muy fuerte, y además yo ya era líder a nivel mundial hacía rato. Enseguida que llegué me empecé a mover y conseguí cosas, ni punto de comparación.

¿El dos mil fue el mejor año en tu carrera deportiva?
H.A.: Sí, en otros años tuve momentos muy buenos, como en el ´99 que con Mariano ganamos todo el circuito de verano, o en el ´97, que con Alejandro ganamos el circuito Red Bull y cuando vinimos acá también ganamos, pero sí, en el dos mil ganamos casi todos los torneos que jugamos, ganamos el mundial, indudablemente el dos mil fue mi mejor año.

¿Cuál fue el mejor torneo al que asististe?
H.A.: El mundial ´96, en España, fue algo increíble. La gente, la organización, el lugar, la cobertura periodística desde Argentina, la cantidad de sponsors, de carpas, fue algo muy lindo. El del ´94 en Argentina también estuvo muy bien, mucha gente, pero hasta ahora el del Club de Campo es incomparable.

¿Y para vos, a nivel personal?
H.A.: El mejor fue el de Francia, me sentía que estaba en mi nivel máximo de juego, que me había preparado como nunca lo había hecho, me sentía que era el mejor jugador, estaba muy seguro y muy confiado de lo que hacía.

Tu carrera es muy estable, nunca estuviste por abajo del tercer puesto como pareja ¿podés nombrar un momento como el peor de tu carrera?
H.A.: Es difícil... el año pasado, que puedo decir que no estuve como a mí me hubiese gustado estar preparado, como a mí me gusta hacerlo, aunque también tuve buenos momentos, pero estuve con muchos altibajos, con muchas cosas en lo personal. Siempre entré a la cancha entrenando hasta último momento, bien preparado, y si me ganaron fue porque fueron mejores y no porque no haya hecho las cosas bien, pero el año pasado no pude hacerlo así, había torneos que entraba a la cancha y sabía que no estaba preparado en la medida que yo estoy acostumbrado.

¿Y Maru estaba bien?
H.A.: Sí, Maru sí. También pasa que yo siempre fui líder, con Juan Martín, con Maru... con Ale no tanto, pero con Maru sí, siempre fui el líder, yo lo llevaba a él, tanto afuera como adentro de la cancha. Era el que siempre conseguía los sponsors, el que conseguía los contratos...

¿Y eso después se notaba en la cancha?
H.A.: No, no tiene nada que ver, te lo doy como ejemplo. A mí siempre me gustó moverme, hacer contacto para conseguir las cosas... No te creas que en España estás sentado y te suena el teléfono y te dicen "Auguste, quiero patrocinarlo", tenés que moverte, y yo lo hice siempre, y a los compañeros que tuve, salvo Semprún o Alejandro, que tenían sponsors propios y yo ponía otros, con el resto armaba el tema yo.

Siempre tuviste parejas muy fijas, y últimamente estás teniendo parejas por un año solamente ¿a qué se debe?
H.A.: La verdad es que a mí nunca me gustó cambiar de pareja constantemente, no lo hago en mi vida personal y tampoco en mi vida profesional... Siempre me gustó apostar a algo con continuidad. Cuando dejé de jugar con Juan Martín porque él decide jugar con Bela, yo no estaba preparado para ese momento. No fui yo el que tomó la decisión y no lo tenía muy asumido, posiblemente no llegué a elaborarlo en mi cabeza, decidí jugar con Pablo Semprún, suponiendo que ese era su último año, porque él me había dicho que a fin de año se retiraba. Si yo hubiese elaborado un poco más el tema, seguramente habría elegido un jugador para tener un proyecto más largo, porque es lo que me gusta a mí, igual después Pablo siguió jugando.

¿Y volver a jugar con Maru?
H.A.: Y, era volver a vivir lo que vivimos por seis años, no era tanto que me mueva tanto como para poder seguir muchos años más.

¿No era un desafío volver a armar una pareja que había sido tan exitosa?
H.A.: Era un desafío, pero después me di cuenta que ya habíamos cumplido un ciclo, y la vuelta de ese ciclo no era lo mejor, porque aparte yo tampoco estaba preparado. Posiblemente, en el 2001, cuando Juan Martín me dice que quiere jugar con Bela, si me hubiese enterado cuatro o cinco meses antes, una buena opción hubiese sido plantearme jugar con Gaby Reca, que es un jugador con el que hubiese podido armar un proyecto más a largo plazo, y al que todavía le faltaba una vuelta de rosca en su carrera, había ganado mucho pero todavía le faltaba ganar ciertos títulos. Tampoco sé si él hubiese querido jugar, capaz que me decía que no, pero hubiese sido una opción para seguir con un jugador estable, como me gusta a mí.

Haber vuelto a jugar con Maru ¿no fue arriesgar la historia?
H.A.: No, y tampoco nos fue tan mal, fijate que el único partido que perdimos con jugadores que en ese momento no estaban arriba nuestro fue contra Malacalza-Díaz, y fuimos la única pareja que le ganó a todas las parejas, tampoco fue un año malo. Roby y Ale también volvieron a jugar juntos ¿y qué arriesgaron? Tenían ganas de jugar y listo, y jugaron en el verano del ´99, cuando Ale dejó de jugar conmigo, y no ganaron